Decoración oriental: el arte de viajar en casa
Queriendo ser original, exótica y cálida, la decoración oriental no deja de hacer la felicidad de los que aman las sensaciones de viaje y de escape cotidianas. Es sin duda una de las teclas decorativas que, después de encontrar su lugar en la casa, te hace sentir como en vacaciones, incluso quedándote en casa. Con ella, la rutina puede romperse cada vez que llegas a casa, ya que tu interior te transportará a otro lugar. ¿Entonces te enamoraste de esta decoración inspirada en los países del Magreb? Te invitamos a descubrir los siguientes consejos para lograr tu decoración oriental.
Una decoración que hace viajar
La decoración oriental es una decoración que refleja un estilo de vida tan auténtico como chic. También es una decoración elegante y acogedora. De hecho, es todo lo que hace su encanto tan particular que es difícil de resistir. En otras palabras, es una verdadera llamada al cambio de escenario, a la comodidad y al exotismo. Para poder conjugar todas estas ventajas, la decoración oriental no requiere un mobiliario consecuente. Por lo tanto, es relativamente fácil de poner en práctica, respetando sin embargo una serie de reglas para evitar los errores de gusto y para que no se parezca a la caricatura.
Para dar vida a un ambiente oriental, te aconsejamos elegir un cuadro oriental, una decoración mural que puede inspirar evasión y viaje, permitiendo afirmar sutilmente tu apego al Oriente y a su cultura. Este elemento es un verdadero emblema de una alianza entre Oriente y la modernidad, o del arte y del bienestar.
Dependiendo de tus preferencias, puedes ser clásico si eliges un cuadro completo de una sola pieza (horizontal o vertical), jugar la carta del diseño y la originalidad rompiendo con un modelo tríptico de 3 piezas o un modelo de 5 piezas. En cuanto a los motivos e impresos, tienes mucho donde elegir: paisaje desértico, portamosaicos críptico, motivo bereber, caligrafía y escritura árabe, pirámides egipcias, mano de Fatma, alfombra persa o también motivo abstracto oriental. Elijas lo que elijas, un cuadro oriental encontrará fácilmente su lugar justo encima de tu sofá. También puedes añadir objetos decorativos de inspiración oriental como la cazoleta japona killer por ejemplo, o como una linda cachimba.
Las reglas de oro para una decoración oriental exitosa
Para disfrutar de un resultado a la vez refinado, trabajado y armonioso, debes liberarte de los muebles contemporáneos y depurados. En lugar de un sofá y sillones estándar, hay que apostar por un cómodo asiento oriental, así como cojines grandes y suaves. Los bahuts, así como los muebles bajos orientales permiten también crear una decoración que recuerda al Oriente.
También es conveniente sacar los pinceles para poner color a las paredes. En efecto, para lograr tu decoración oriental, no debes dudar en romper la rutina de las 4 paredes blancas o de color neutro. En este caso, tienes dos opciones: o crear un ambiente marroquí con tonos cálidos, o crear un ambiente tunecino apostando por el contraste blanco y azul profundo que hace eco al cielo y al mar.
En caso de que ninguna de estas opciones sea adecuada, puedes dejar volar tu imaginación. No apuestes por el total look. Puedes jugar con los tonos brillantes y cálidos: Terracota, marrón, amarillo, rojo, naranja, verde esmeralda, verde menta, azul ultramar. ¡Puedes hacer las mezclas!