Eligiendo sabiamente al futuro empleador
Es común que la gente busque trabajo angustiado y sometido a una gran tensión; sin embargo, esto no es óbice para que termine cediendo a la primera oferta que reciba. Antes de aceptar un cargo necesitas definir si la función que ejercerás y la empresa que requiere tus servicios son capaces de satisfacer tus expectativas; de lo contrario te sentirás desgraciado y en poco tiempo querrás retirarte.
Con respecto a la compañía, requieres familiarizarte con su misión y visión; es decir, la filosofía y el enfoque de negocios; decidir si los mismos están en consonancia con tus valores personales. ¿Te sentirías cómodo adoptando los principios empresariales que la rigen, como tuyos propios? Esto debería constituir un incentivo que te motive a desarrollar tus talentos y habilidades.
Además, el salario y los incentivos económicos ofrecidos deben ir acorde con tus estudios y experiencia. O pudiera ser que estén un más abajo de lo que esperas pero que, en compensación, el trabajo sea interesante y retador. Un aspecto deseable es que cuente con la tecnología apropiada para garantizar la eficiencia, en especial, en lo referido a los ordenadores.
La satisfacción laboral es un punto muy importante a la hora de medir tu eficacia y no es asunto de ir probando y rechazando, porque eso crea una estela que no se ve bien en el currículo. Antes de decir sí a la oferta recibida, incluso previo a dirigirte a la entrevista de trabajo es conveniente tener una idea clara de que es lo que deseas y de aquello que puedes encontrar allí.
Una herramienta útil para conocer más detalles sobre la compañía en cuestión es leer las opiniones de otros candidatos. Consulta en https://es.gowork.com/ las declaraciones y calificaciones de personas que han sido entrevistadas con miras a obtener ese puesto o uno diferente, en el pasado; de modo que puedas tomar una decisión inteligente basada en hechos y no en emociones.